Las “dos ruedas” (especialmente
las clásicas, esas que la gente olvidó con la modernidad) y el oriente siempre han sido temas de especial
interés para mí. Quien me conoce lo sabe bien. Por eso, hace 4 años, en la librería
“Follas Novas” en Santiago de Compostela, después de haber hecho parte del
camino en una vieja bicicleta sin cambios (pero con cambios de humor que me exigían
un equipaje pesado de herramientas), no fui capaz de dejar este cómic en la estantería
de la ciudad del apóstol.
¿De qué va este cómic? Para los
habitantes de una pequeña aldea aislada en mitad del campo de Corea, el único
nexo con el mundo exterior es el cartero que, con su bicicleta escarlata, se
dedica a llevar las misivas de un lado a otro. En una era de rapidez digital,
de cotidianos frenéticos, “La bicicleta roja” es una conmovedora historia sobre
las relaciones humanas en una Corea que permanece anclada en el pasado y en una
herida que la divide en dos.
Su autor, Kim Dong Hwa, me sorprendió con una narración minimalista y de sencilla maestría en el dibujo, con la cual destaca una poesía cromática (¡más allá de la bicicleta roja!) para una reproducción maravillosa de una naturaleza física y humana que rodea al lector y se encuentra inherente a los habitantes de la pequeña villa que él cartero visita con sus sueños epistolares.
Para leer, parar, pedalear y, simplemente, disfrutar. Espero que un día internet tenga la misma humanidad que este dulce cartero…
Luis Leal
Muy bueno el artículo, Luis, y de gran interés. Uno de los campos más desconocidos para mí dentro del cómic es el oriental, y ya tenemos en nuestro Foro dos estupendas recomendaciones. Abrazos.
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